La pandemia de COVID 19 sobrepaso los 2 años, sumándose a la duración de pandemias como la gripe española de 1918/1919, la viruela, la gripe y el VIH Sida. Esta pandemia lleva mas de 570 millones de infectados y mas de 6 millones de fallecidos a la fecha de esta redacción.
En nuestro país llevamos más de 9.5 millones de infectados y más de 129.000 fallecidos. Luego de atravesar una cuarta ola con pico máximo en el mes de mayo, comenzamos un nuevo repunte en las últimas semanas con crecimiento de infectados, fallecidos e internados. Casos similares suceden en otros países del mundo.
Si bien no son cifras preocupantes, es llamativo el aumento de casos. Todos ellos se deben a subvariantes de la cepa Omicron, cepa menos grave que las anteriores pero muy contagiosa.
Claro que las cifras de vacunación son altas en nuestro país. Pero aun restan vacunarse 12 millones de argentinos con la tercera dosis. Hoy se considera vacunación completa por lo menos 3 dosis.
En el mundo aun no se ha llegado al 70/75 % de vacunación completa, lo que en un mundo globalizado significa que continuaran las infecciones por gente no vacunada o insuficientemente vacunada. Cabe agregar que las personas no vacunadas tienen 3 veces mas posibilidad de fallecer que los vacunados en forma completa.
En consecuencia, no puede bajarse la guardia. Ni en los cuidados, ni en las medidas de prevención y mucho menos en la detección y vacunación. Todo hace pensar que el COVID se instala como una infección crónica, con la cual habrá que convivir. Minimizar esta infección, aun con el cansancio de la población y el problema social y económico agregado, es un error grave, que se cobra en más vidas fallecidas.
No estamos hablando de volver a las medidas del 2020 y 2021. Estamos hablando de sostener algunas medidas de prevención y sobre todo vacunar mucho más activamente a la población con vacunación incompleta. Como así también mantener activa la investigación sobre esta y otras infecciones que se han reactivado como la Viruela del Mono, declarada emergencia sanitaria recientemente por la OMS.
Esta claro que los cambios climáticos se han instalado y las mutaciones en virus y bacterias será inevitable. Solo la experiencia de las pandemias anteriores, la vigilancia activa, la investigación colaborativa y la vacunación masiva a nivel local y mundial, sin diferencias de países ni de situación económica, contribuirá a contener esta y otras infecciones latentes. Aquí también se aplica la frase que otra salud es posible a nivel mundial.
Dr. Ricardo Luis López
Presidente
Federación Argentina de Entidades Solidarias de Salud Cooperativa Limitada. – FAESS-
